martes, junio 12, 2012

Viajando en bus (8) - Bolivia: cambas y collas

Bolivia es un país complicado, y esto se aprecia desde el mismo momento en el que uno va a ingresar a su territorio. La buena pista que comienza desde la misma frontera con Paraguay está cerrada (aún) al tránsito, sea por trámites burocráticos o por oposición de las comunidades campesinas regionales. El hecho es que el bus tuvo que circular un buen trecho por la vía afirmada que corre paralela a la carretera.

Ingresando a Bolivia (desde Paraguay)

Control sanitario
El trámite migratorio se efectúa en una oficina-casa que está ubicada en la difícil zona del Chaco seco boliviano. Se puede observar que los funcionarios que atienden allí la tienen verdaderamente complicada puesto que parece que hacen malabares para lidiar con las carencias físicas que impone la dificultad infraestructural y logística.

Llegando al puesto de control migratorio

Tramitando sellos en pasaportes
Luego de recorrer el trayecto afirmado el resto del camino se hace en unas muy buenas carreteras, lo que nos permite llegar a Santa Cruz de la Sierra alrededor de la medianoche para el muy deseado descanso en el hotel Arenal.

Una calle en Santa Cruz de la Sierra
Santa Cruz de la Sierra se nos muestra como una ciudad serena o apacible. Recorremos brevemente los alrededores del hotel y lo vemos con su tránsito, sus negocios y el caminar de su gente.

A media mañana salimos de Santa Cruz y fijamos como destino Cochabamba. El paisaje del camino será similar a la ceja de selva peruana. Antes del almuerzo nos encontramos con dificultades: la población mantiene bloqueada la carretera en desacuerdo con la construcción de una vía que atraviesa zonas agrícolas. Esto nos obliga a dar una media vuelta para buscar un "restaurante de emergencia" puesto que ya el hambre arrecia. Tras unos pocos kilómetros -en reversa- llegamos al restaurante "El moderno" donde  pedimos "lo que sea" (resulta ser pollo al spiedo y una coca-cola).

Disfrutando en el río como en la playa

Bloqueo en carretera
Después de algunas horas de espera, y tras negociaciones entre los protestantes y el gobierno (o la policía) el tránsito es reabierto. Es otro día en el que llegamos con ansias al hotel para el descanso correspondiente.

Divisando Cochabamba

Cochabamba

Niñas al interior de iglesia
El paseo central en Cochabamba será la visita al Cristo de la Concordia utilizando un teleférico que tiene cabinas para seis personas. Desde este mirador la vista de la ciudad es impresionante y muestra lo grande que es Cochabamba.

Laguna Alalay resaltando en Cochabamba

Cristo de la Concordia
Al regreso para el almuerzo fuimos a un restaurante-buffet, donde lamentablemente algunos platos ya se habían acabado, pero encontramos de todos modos una muestra de la gastronomía cochabambina, con su cerveza más (marca Huari).

Una tarde en la ciudad nos permitió conocer también un centro comercial donde fuimos al cine. No hay nada que hacer, estos lugares son iguales en todas partes: tiendas, cines, comida rápida, cajeros, diversiones para niños.

Plato de fiesta: bicentenario
Después de nuestra última noche de hotel en Cochabamba ya no tendríamos más que pernoctes en el bus. Así que retiradas nuestras maletas del alojamiento éstas quedarán en el vehículo hasta la llegada a Lima. Emprendemos la ruta entonces. El almuerzo será en el camino, atravesando El Alto al comenzar la tarde, parando en Tiahuanaco en plena tarde y retratando el Titicaca hacia el final vespertino. Hemos disfrutado mucho el paisaje del altiplano boliviano, y en general, hemos tenido una visión rápida muy enriquecedora de esta nación. ¡Chau Bolivia, gracias por mostrarnos tus caminos!

Desorden en El Alto

Tiahuanaco

Lago Titicaca

El lago Titicaca un poco más tarde


AQUI CONTINÚA LA CRÓNICA

1 comentario:

Mario dijo...

Como disfruto de viajar a distintos lugares, me encanta conseguir informacion para saber a que lugares ir y conocer. Muchas veces me quedo conectado en casa buscando datos de las diversas ciudades del continente, mientras pido para comer al delivery en
recoleta
, y me fijo a donde irme de vacaciones