domingo, mayo 30, 2010

Recuerdos de República Checa (III)

Luego de habernos instalado supongo que tocaba desayunar. No me acuerdo si el desayuno de ese día fue en el KFC (el local abría temprano a diferencia de los de Lima, foto abajo). La reunión con el guía sería en una de las avenidas principales y él tendría una banderola como señal. A eso de las 9 entonces llegamos los tres y serían parte del grupo otros tres peruanos (una pareja de esposos con su hijo) y otros dos o tres argentinos. Juntos haríamos un bonito tour a pie que duraría unas seis horas.

Demás está hablar de la cantidad de castillos y otras joyas arquitectónicas que exhibe la ciudad. Esto es harto conocido por cualquier turista medianamente informado que viaje a Praga. Más bien quiero narrar por ahí alguno que otro dato que me pareció singular.

Un detalle en uno de los restaurantes del centro: en nuestra mesa un portarretrato contiene la fotografía del mozo que nos iba a atender. En la parte posterior decía que era polaco y que tenía no sé cuántos hijos. Eso se llama exquisitez europea.

Lo desagradable del centro de Praga es que los indeseables turistas invaden todas las calles y todos los lugares a visitar así que uno se cruza con muchos extranjeros y no aprecia el ambiente limpio (o sea solamente con  checos) porque está contaminado por los visitantes. Por eso, en un paseo posterior al tour subimos a un tranvía (o bus, no me acuerdo bien) y nos alejamos del centro de la ciudad para conocer. Nos sentimos observados por los pasajeros que detectan nuestra facha de turistas. Al final arribamos a un supermercado. Desde la parte de afuera se ve uno de los edificios multifamiliares. En las paredes de ese edificio se ven muchas antenas parabólicas para cable.

Luego, en algún momento, y como corresponde, había que visitar uno de esos museos raros de la ciudad. En este caso era uno relacionado al sexo. Una de las fotos muestra un equipo utilizado en algún momento por mujeres solitarias en busca de ciertas satisfacciones.

Una vista del Centro

El desayuno es en KFC

La guardia al fondo. Parece una imagen de la Segunda Guerra Mundial

Museo. Equipo usado para ciertas satisfacciones sexuales: con un pene de madera móvil

Afueras de un supermercado. Afueras del centro de la ciudad

Paisaje de la ciudad de Brno

Cuando finalmente dejamos Praga lo hacemos también por ómnibus. El recorrido incluye una escala en la ciudad de Brno. Todo el paisaje es una belleza. Cuando salimos de esta última ciudad en una parte de la carretera encontramos neblina cerrada pero la vía está señalizada perfectamente.

El viaje continúa por la carretera y finalmente, un gran casino aparece. Es la frontera con Austria. Las autoridades correspondientes revisan los pasaportes de los pasajeros. Los que tienen facciones orientales son especialmente chequeados por alguna razón. El viaje prosigue ya en territorio austriaco. Vamos rumbo a Viena. Una gran autopista nos va llevando al centro de la ciudad. Culminando el viaje el bus se detiene en la calle: es más o menos como si bajáramos al costado del Palacio de Justicia de Lima. Otra aventura ha de comenzar.

Enlace: Segunda parte en Praga.

No hay comentarios.: