jueves, junio 03, 2010

De vinos y colores

El martes se descorchó en casa una botella de Piedemonte Gamma 2005. Recién al final me di cuenta de los sedimentos que quedaron adheridos a la copa y a la botella. No obstante, como el vino se acabó concluyo que mi gusto lo aceptó de buen gusto. Pero ¿por qué sucede esto de los sedimentos?

Aquí una explicación muy sintética:

El sedimento suele formarse sobretodo en los vinos con antigüedad mayor a 5 años, se compone de depósitos de taninos y ácidos cristalizados y es importante eliminarlo porque de lo contrario el vino tendrá menos presencia en la copa y lo que es más importante, podría tener sabores amargos y una textura no deseada. También es recomendable tener la botella en forma vertical unos días antes del servicio para permitir la acumulación del sedimento en la base de la botella. Por otro lado, en vinos que han permanecido largo tiempo encerrados en la botella, pueden aparecer aromas poco agradables, llamados de reducción, que desaparecen al poner el vino en contacto con el oxígeno. 

Esta curiosa ocurrencia solo la aprovecho para seguir escribiendo sobre vinos y las recomendaciones que dan los que son considerados expertos. Si hubiera decantado el vino las copas habrían terminado transparentes. Sin embargo el tema este de la decantación también tiene posiciones diversas (según se ve en el hiperenlace arriba señalado).

Ahora, en cuanto a gustos de vinos ahí sí el tema se complica más. Aquí, sobre vinos específicos, supuestamente se les debería brindar más atención a los enólogos o a los sommeliers. Pero siendo este tema tan subjetivo a mi no me basta (es más, a algunos les pueden parecer sospechosas ciertas recomendaciones por la amistad o por intereses económicos o simplemente por el gusto propio de los profesionales). Ni siquiera los concursos garantizarían que el gusto del aficionado sea satisfecho: tengo la impresión de que existen tantos premios en las competencias que prácticamente todos los vinos los reciben.

Para el caso del Piedemonte Gamma, aunque cosecha 2008, encontré esto:

Bodegas Piedemonte ha recibido un nuevo galardón para su vino Piedemonte Gamma Tinto 2008, premiado con MEDALLA DE PLATA en el Concurso Internacional MUNDUS VINI 2009 organizado en Alemania.

En la actualidad, MUNDUS VINI constituye el mayor concurso vinícola oficialmente reconocido del mundo que busca fomentar la calidad y promover la comercialización de los vinos presentados, así como ofrecer orientación a productores, importadores y consumidores.

Aunque no era el vino premiado, para la elección del vino 2005 mi sentido de la subjetividad y también el gusto -hasta cierto punto- tuvieron que ver: aunque yo no tenía referencias de esta bodega la procedencia de Navarra me jaló; en realidad siempre los vinos tintos españoles me dicen "algo". Tal vez un potente vino español peso pesado que tomé alguna vez dejó su sello y me desobjetivizó hasta cierto punto. Creo que la cepa tempranillo le marca la personalidad a muchos vinos españoles de forma contundente. Por si fuera poco -y para que no me ataquen los expertos- según leí alguna vez, a Mariella Balbi le gustan los vinos españoles. A ver quién se atreve a dudar del sibaritismo de Mariella...

De todos modos me parece que en el asunto de los vinos existe mucha pose. En realidad el que al final manda es el gusto propio; lógicamente hay que tener cierto cuidado para no ensartarse con marcas desconocidas. Sí, esto a mi me ayuda mucho (probar/aprobar/fichar la marca). Es difícil que a uno no le sirva un Concha y Toro ó un Black Tower ó un Trivento (éste últimamente haciendo de las suyas en el mercado). Sí, en muchos casos vinos de precio medio/medio bajo. Pero sirven. Veamos qué nos dice una comentarista en un foro:

Lo reconozco, el vino y el cava son mi perdición, eso por no hablar del champagne pero eso ya es la perdición para el bolsillo.

Por suerte, vinos buenos tenemos muchísimos en todo el territorio, pero son carísimos. A veces lo difícil es encontrar un buen vino de mesa a un buen precio y que no sea de garrafón. Después de tener que organizar tropocientas cenas de celebraciones con amistades, he llegado a la conclusión que eso de sacar dos botellas que te han costado un dineral y que a la media hora ya no quede, no mola nada. Así que he optado por gastar menos y tener más (será la vena catalana).

Con todo esto me acordé que tengo guardada una botella hace tiempo. La revisé y me doy con la sorpresa de que es del 2002. Uyuyuy, ya me pasé. Pero ahora sí, lo que toca es una decantación. Queda definido entonces: el próximo vino a descorchar será el Prado Rey Roble 2002.

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