sábado, mayo 22, 2010

Pacman: un clásico de todos los tiempos (además Lady Bug)

A raiz del Pacman que Google colocó en su buscador ayer comenzamos a intercambiar con varios amigos una serie de correos-e comentando el tema. Normalmente Google ha incluido para algunas efemérides una imagen relacionada celebrando algún aniversario o día especial pero esta vez, y sorprendiendo al mundo, Google no puso un dibujo sinó un juego: un clásico de todos los tiempos [cómo gusta esta frase], el ultrafamoso Pacman.

Entre los comentarios que iban y venían estaban los recuerdos de las "jornadas pimbolísticas" en los locales de la avenida Wilson y Miraflores. Por ahí pasamos, con mi ahora compadre, en nuestras épocas preuniversitarias y de primer año universitario largas jornadas de vicio jugando horas de horas. Pero siempre sucede que algún específico juego es el que se nos hace el preferido. En nuestro caso resultó ser el Lady Bug (recién he podido recordar el nombre buscando y buscando en Internet, hasta le pregunté a mi ex-socio pimbolístico si se acordaba -la respuesta fue no-).

El Lady Bug tenía la gracia de que permitía jugar de a dos (uno por uno) estableciéndose una competencia a muerte. Pero lo que nos era más incentivante era que se podía obtener un juego extra si se completaba una palabra ("SPECIAL") durante la ejecución del juego.

Nosotros no éramos los únicos fanáticos de este juego. Formábamos parte del "club" conjuntamente con otras personas, inclusive visiblemente mayores que nosotros: estaba la señora gruesa que llegaba con su moto y su hijo, estaba un adulto treintón y estaba el achori que aparentemente provendría de un barrio movido. Cuando llegábamos al local esperábamos encontrar la máquina libre pero si no era el caso teníamos que esperar el respectivo turno (a veces la reserva era introduciendo la respectiva moneda y rogando que el jugador perdiera lo más rápidamente posible para entrar a tallar). Cuando nos apropiábamos de la máquina pensábamos "pobres de los que esperan, lo harán por algunas horas". El juego hacía que dejáramos las mochilas y cualquier cosa que cargáramos encima de la máquina. Claro, a veces hubo consecuencias, como el robo de alguna calculadora, que no recuerdo a quién de nosotros le pasó.

El bendito juego lo habíamos localizado en Wilson y en Larco y cuando aparecía en algún otro pimbol era un dato valioso. Inmediatamente entraba en la base de datos ¡y para todos los miembros del club! (aunque quisiéramos guardar el dato).

Indudablemente nos volvimos expertos en Lady Bug; yo diría que éramos unos de los top de Lima y por serlo descubrimos (de casualidad, por algún movimiento realizado) uno de los "secretos" del juego, más propiamente parecía ser un bug (a propósito del nombre): el escarabajo se podía esconder de los "insectos perseguidores". Con un truquito el escarabajo podía atravesar una de las puertas y permanecer ahí, encima, inmóvil sin ser detectado por los "insectos malvados". De este modo, uno podía tomarse sus segundos (o minutos) de descanso para luego proseguir con la concentración.

Tiempos aquellos. Siempre que nos acordamos nos arranca las sonrisas y las risas. No hay duda: recordar es vivir.

Esta es la imagen del Lady Bug:


Todo sobre Lady Bug (en inglés): ENLACE
Videos de Lady Bug
Sobre Google y Pacman: Informa la prensa

1 comentario:

Claudio dijo...

Vieron el bug del pacman de Google?

Fuente: http://goohackle.com/google-pacman-bug/

Interesante que un juego del gigante Google tenga un bug. De todos modos es solo un pacman, nada importante.

Saludos!