jueves, agosto 26, 2010

Tributo al Accent

Hace seis meses lo vi por última vez. Lo vi alejarse por Juan de Arona y como pocas veces, lo vi en movimiento, estando yo fuera. Ese día fue el último día que conduje mi carrito azul porque ese día dejé de ser el amo. Alguna vez tenía que pasar y pasó a fines de febrero.

El Hyundai Accent fue un automóvil que tuvo mucho éxito desde que apareció en la segunda mitad de los noventas en el Perú (en el segmento mid range). Pero el Accent de tres puertas fue el modelo que tuvo la belleza y el estilo más acentuados. Desde el frente, los faros gatunos y la abertura inferior agresiva le confieren una personalidad contundente. Desde los lados laterales, el tamaño extra largo de la puerta le da mucha elegancia completándose esto con la suave caída del perfil posterior para el parabrisas y las tapas de las llantas. Desde atrás, el pequeño spoiler y la forma de los faros posteriores terminan de completar la delicadeza del diseño. En el interior, es admirable el aprovechamiento sumamente eficiente del espacio; el tapiz negro con hilos de colores es muy atractivo; la acústica para la música es muy buena y el equipamiento estándar es muy útil (tacómetro, reloj, desempañador de parabrisas posterior). Luego del correr de los años uno se da cuenta que hubo un detalle que falló. Se trata del tablero de la consola, que irremediablemente se va rajando, producto del calor absorbido día a día.

Esa última semana de febrero culminó mi relación con el automóvil que tan bien se portó conmigo estos últimos trece años. Irremediablemente vienen a mi mente diversos momentos, como cuando lo saqué del concesionario, en la avenida 28 de Julio en Miraflores, con todos los plásticos cubriendo los asientos y con ese clásico olor a nuevo. Prácticamente nuevo tuvo su primera aventura, en un viaje a Churín, en una carretera que más bien era para una 4x4. Pero se portó muy bien. En las rutas a Huancayo y a Tarma también se portó impecablemente, era muy notable su performance en las subidas pasando a varias 4x4's y otros carros que trepaban penosamente.

Al día siguiente del regreso de Chavín de Huántar

A lo largo del tiempo se suceden variadas experiencias manejando el auto. Reporto la mayoría de ellas que quizá le sirvan a algún otro propietario de un Accent para que aproveche de la mejor manera posible su placentera conducción. Van en este enlace.

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