lunes, agosto 15, 2011

La comida peruana debe ser macha

Si cupiera el término, debería pensarse en la comida peruana como una gastronomía macha y no amanerada (en el sentido de auténtica e inconfundible y no imitadora). Porque lo clásico debe subsistir al margen de que se vayan ensayando composiciones nuevas o experimentales. Por cierto cuando no se ensayan variaciones lo clásico también puede morir porque la inamovilidad aburre de manera terminal.


En cuanto a lo amanerado he encontrado muchas veces en restaurantes de cierto nivel mucho ruido y pocas nueces. Es decir, muchas veces he salido decepcionado de encontrar por parte del establecimiento más atención a los detalles del adorno del plato que al plato en sí (sazón, sabor, esencia). Este es un reto que enfrentan con muchas dificultades muchísimos restaurantes en el país. En este aspecto hay muchos huariques o restaurantes asentados (El Bolivariano, Kio, Don Rosalino, Don Juan, Mesa de Piedra) que no tienen pierde. Mientras, hay que seleccionar con mucho cuidado el restaurante nuevo que aparece en un cupón o en la recomendación de un programa gastronómico de televisión.

Por otra parte, y relacionado con lo anterior, hay muchos restaurantes que tanto por el boom como por la competencia se lanzan a preparar dizque platos peruanos pero con profundos cambios haciendo que la gran mayoría de veces se pierdan en inventos absurdos (¿hamburguesa acevichada?). Para invitar a gente a la que se quiere dar a conocer la gastronomía peruana hay que tener cuidado en este punto. Si ha de invitársele a un extranjero un ceviche no se cometa la estupidez de llevarlo la primera vez a un sitio donde al ceviche se le ponga mango o leche o salsa de ocopa. Primero lo original. Después pueden venir las variaciones y las locuras.

Respecto a estos tópicos, hace un par de años encontré un brillante texto escrito en un blog que ya no existe (y que tuve la buena decisión de guardar). Va a continuación:

miércoles, agosto 02, 2006

Manifiesto en contra del amariconamiento de la comida criolla

Por Vinagreto Biliar

Que quede bien claro lo siguiente: el presente no es un texto homofóbico. Es tan sólo la airada respuesta de una persona que ya está cansada de los atropellos sistemáticos que viene sufriendo la comida criolla.

Que de un tiempo a esta parte, neologismos o pleonasmos del tipo "comida novoandina" estén en boca de todo el mundo, vaya y pase, pues; después de todo, moda siempre habrá desde la ropa hasta la comida.

Que Gastón Acurio se haya convertido en el rey Midas de la comida en nuestro medio es también un hecho indiscutible y, hasta cierto punto, plausible.

Que la oferta de restaurantes en Lima y otras ciudades del país se ha incrementado en los útlimos años es también una verdad irrefutable y digna de ser saludada.

Pero que esta afrancesada costumbre de servir la comida en platos cuadrados, decorados con cuanta porqueria se encuentre en la cocina y en porciones rídiculas alcance a un plato como el Ají de Gallina ya es asunto que debería ser de preocupación nacional. Es inadmisible, repito, inadmisible, que nos quedemos de brazos cruzados ante tamaña aberración.

Me rehuso de manera tajante y explícita a dejar que el Lomo Saltado termine convertido en un objeto ornamental. No me jodan, pues, de verdad, no me jodan. Qué buena vaina es eso de que hasta en muchos otrora huariques inmundos, solo porque el cachetón resinoso puso sus pies y sus cámaras, ahora te espolvoreen perejil al borde del plato. Basta de hipocrecías, basta de engaños. El pueblo no quiere más atropellos.

No es posible que hasta en los cuchitriles más criollotes e infectos te vengan ahora con la cojudez de servirte el Arroz con Pollo en un círculo del diámetro de un anillo, con una inmunda y miserable pierna (que a veces ni de pollo es, sino de algun animal rosquete como el cordero) montada encima con un arreglo floral.

Puta madre, por qué diablos tienen que servirte la Causa en forma de rombo con alverjitas, paltas y mayonesa en forma de dibujitos alrededor. Porque una cosa es que el Acurio se mande con una mezcla abyecta que incluye pepián de maíz morado y jugo de tumbo (carajo, no hay plato que se escape de su caldo de pescado ni de su maldito jugo de tumbo, aguaymanto, cocona o alguna de esas frutas cojudas, como diría Sofocleto), pero que de ahí vayas a la cafetería de tu centro de estudios o trabajo y te traigan a la mesa el locro del menú en bolitas formando una perfecta diagonal eso sí que es una pendejada de las más indignas.

¿Hasta dónde quieren llegar con todo esto? ¿Es esta una maniobra inmunda de esa mafia de los clubes gourmet? ¿Acaso estamos condenados a comer un plato de Carapulcra de una sola cucharada? Esperemos que la situación cambie drásticamente y pronto. De lo contrario, me veré obligado a tomar medidas serias. Parafraseando al ilustre Dennis Falvy, "Puta, ustedes no saben cómo soy yo, carajo (...) Comiencen a cagarse de miedo."

posted by Yonibigud @ 12:52 AM


Vean también los comentarios originales que se publicaron en el post.

Entrada original: http://micuchitrilvirtual.blogspot.com/2006/08/manifiesto-en-contra-del.html

2 comentarios:

el biondi dijo...

oye en el encabezado dices (cita textual):

"Gustos, críticas y misceláneas: un poco de música, cine, comida, mujeres, política, sociedad, suciedad y demás"

basta de comida y política, cuándo vas a hablar de mujeres???

Sr Biondixxx

Julio Cesar dijo...

Tienes razón: ¡basta de comida! (por este mes). Ahora que hablas de mujeres se me ocurre abordar el tema de solidaridad de género que tienen las mujeres: siempre haciendo causa común. Ahora, en cuanto a comentar sobre mujeres específicas no sé... la televisión ya se encarga de hablar todos los días de la chica que perdió al enamorado y El Comercio web ahora resalta la calatería de las famosas... pero vamos a ver qué se me ocurre...