martes, julio 26, 2011

Resultado del gobierno aprista

A diferencia del caos casi absoluto con el que terminó el anterior gobierno aprista esta vez el régimen acaba sin la desesperación de esa terrible época. Pero esto no dice mucho del desempeño del actual obeso gobernante puesto que casi con total seguridad su régimen no hubiera caído a la profundidad del infernal período ochentero. En otras palabras era muy fácil ser "menos peor" (me licencio la expresión).

García II cuando comenzó encontró el país creciendo interesantemente (tanto en producción e inversión como en reservas). El país también había apostado por un intento de mejorar la superestructura con el Acuerdo Nacional y el inicio del proceso de regionalización (con muchos problemas sí pero comenzado).

Luego del 2006, cuando la plata ya no era problema y las cosas marchaban solas (ya lo hacían buen tiempo con Toledo) se esperaba la consolidación de la institucionalidad y las mejoras dramáticas en educación y salud (aunque ciertamente con la mediocridad aprista había que ser iluso para esperar algo). Sin embargo Garcia II echó por la borda toda posibilidad de seguir construyendo superestructura y sólo se dedicó -como su compadre Comunicore- a la adoración del cemento (pongo acá en comparación al peruano más ilustre del siglo XXI, Gaston Acurio, que tanto ha “construido” para el pais, y no hablo de cosas materiales). Por supuesto que la visión provinciana del obeso gobernante nunca dio para más. García es el típico presidente tercermundista, penosamenete tercermundista, que se afana desesperadamente en llamar la atención pero es despreciado por el electorado nacional así como por la comunidad internacional, que lo ve como un pobre tipo incompetente que llegó a donde llegó por ser solamente más “vivo” que sus tercermundistas compatriotas.

Por si fuera poco con su negada capacidad de estadista, el presidente otra vez colaboró en hacer de su gobierno un régimen marcado por la corrupción aunque afortunadamente muy marcado por la opinión pública y alguna prensa inquisidora y prestigiosa (en realidad periodistas individualmente honestos). Acompañando esto, la seguridad física sitiada por la delincuencia fue en aumento a lo largo del período (el único argumento de García fue "la mejora de la economía incrementa el crimen" ó "estamos mejor que otros de todos modos").

Otro tema resaltante fue la obsesión de García II por identificarse como un reyezuelo y apostar por las posiciones antipopulares ó anticiudadanas ó antimayorías (como quiera llamárseles). Ejemplifica esto casos como: minería sí o sí aunque las poblaciones afectadas pidan ser consultadas, apoyo a los transgénicos a pesar de la oposición extendida, apoyo a intereses particulares como en el negado puerto de Ancón, nula voluntad por renegociar temas de energía importantes para el interés nacional, capricho instalando un monumento inapropiado desoyendo las voces autorizadas, etc.

García II sí pasará a la historia (porque hay que llenar el espacio 2006-2011) pero como un presidente (básicamenente charlatán) que no tuvo logros.

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