sábado, mayo 07, 2011

Comiendo en franquicias norteamericanas

No recuerdo haber probado antes Subway. Pero a raíz de una promoción que hizo la cadena los últimos 29 y 30 (2x1) me animé a ver cómo era. El primer día ya había visto un colón en el Jockey Plaza, aunque uno nunca sabe si es por lo bueno o por la monería tan característica de los limeños.

Frente al veneno de las hamburguesas, pollos fritos y papas fritas me pareció una buena alternativa para ir a algo menos chatarra. Los dos sánguches de 15 centímetros que me pedí tenían algún tipo de carne (jamón, salame o algo por el estilo). Además iban con queso. Adicionalmente se les podía agregar tomate, lechuga, pepinillos, jalapeños y otros vegetales. Finalmente la salsa elegida culmina con la preparación. Lo que además marca la diversidad es el tipo de pan usado. En mi caso escogí un pan-parmesano-orégano y un pan blanco. Me gustó: Subway entra a ser considerada como una opción de sábado o domingo cuando la cocina doméstica entra en receso.

Otro restaurante típico de la invasión norteamericana es Pizza Hut. Las pizzas son las clásicas agringadas así que no son más que quita-hambre en situaciones necesarias. Pero lo que me parece que están trabajando bien son las pastas como las lasañas y diversos platos de tallarines. Puede escogerse este restaurante para una salida de comida de servir con total garantía de satisfacción.

A propósito de esto último, hace tiempo que quería mencionar que mi ejemplo de atención de excelencia al cliente lo tiene Pizza Hut. Por más que tenemos cada día más y más restaurantes que aparecen debido al boom, esta cadena para mi sigue siendo mi abanderada en cuanto a atención al cliente. Veamos tres ocurrencias que ejemplifican esto.

Hubo una vez (o dos) en la que la cuenta le salió gratis a una amiga mia cuando la pizza llegó tardía a su casa. Sin chistar el repartidor reconoció la tardanza. Hubo una vez en un restaurante un grupo que le decía a la anfitriona que ya se les había hecho tarde (la hora del almuerzo) y se irían con el vino sin descorchar. La chica entonces decidió obsequiárselos. Hubo un 14 de febrero (si mal no recuerdo) una vez que había hecho mi pedido en mesa y como sucedía la demora previsible la anfitriona nos regaló un postre para ir entreteniéndonos mientras. Estos detalles me han hecho ver que Pizza Hut siempre está pendiente de sus clientes, olvidándose de la angurria tan desagradable que se puede encontrar en algunos restaurantes supuestamente de primer nivel. Vale.

2 comentarios:

Mónica dijo...

Me encantó esta entrada.
Me parece que Perú está haciendo un punto de inflexión en este momento con el tema de la exigencia de calidad de servicio. Las empresas extranjeras que se están asentando notaron la falta de consideración hacia el cliente e hicieron de eso una de su principal herramienta de diferenciación y posicionamiento. Eso va a acarrear que se instale un nuevo nivel de exigencia del cliente y va a hacer que las empresas nacionales tengan que aggiornarse a la nueva tendencia, por lo tanto la calidad de la atención al cliente va en clara mejora. por ejemplo: Siempre me llamó la atención el hecho de que al entregarte un producto no te ofrezcan bolsita de manija o te lo empaquen de alguna forma, es que justamente no existe esa exigencia de parte del cliente, eso es la costumbre, pero ahora ese detalle va a empezar a influir en las decisiones de la gente e impulsar a que esa costumbre cambie y que el cliente se transforme en lo que es, el principal objetivo de cualquier negocio. Ufff! Dá para mucho el tema. Felicitaciones por el blog, siempre lo leo.
Saludos desde Argentina!

Julio Cesar dijo...

Gracias por tu comentario Mónica. Ya estarás por acá para que pruebes algunas pastas con "tonalidad" nacional.