domingo, abril 17, 2011

Decisiones en medio de la sicosis

Ahora que ya acabó la primera vuelta puedo ver en retrospectiva el bombardeo publicitario pro-PPK que recibí de mi entorno: colegas, compañeros de trabajo, amigos, familiares y contactos internáuticos. La -esta vez- casi uniformada clase media limeña central (desde Los Olivos a Chorrillos y desde El Callao hasta La Molina) apostó por P.P. Kuczynski. Las interrogantes que yo tenía por PPK no las pude resolver puesto que sus simpatizantes no me hicieron caso cuando les pregunté por algunas dudas: su nacionalidad norteamericana -con posibilidad de conflicto de intereses- y su pasado en 1968. Por si fuera poco, al observar las redes sociales, con la superficialidad de los jovenzuelos, y al observar en la calle a muchas jovencitas con sus pulseritas (y hasta a algunos manganzones treintones) me dije que "algo andaba mal". El siguiente es un diálogo real cogido de una red social (y ni siquiera son muchachos de 18 sinó treintones o casi); deja chiquita la estereotipación de cierto sector social:

XXX Comprale un ppkuy a facu desde y :)

XXX Digo.. Desde ya!!
YYY Siiiiiiiiii, y su polito
ZZZ Sii los he visto x la Tv son lindis pero los venden?
XXX Sip 25 soles en el local de campania.. Kierooo... A ver si me doy una vuelta pa comprarme uno...
ZZZ Me compras? :)
XXX Nop... Mejor manda a tu novio y ke me compre de encarguito el mio haha
ZZZ :(
YYY Y a mi tambien :)
ZZZ donde es local de campaña?
XXX Av de la policia 643 j maria alt 8 y 9 g. Escobedo... Toy viendo en la web
ZZZ jesusmaria?
WWW Sube, sube PPK!!!!

Bueno, no había que ser muy hábil para prever que Kuczynski habría tenido graves dificultades para vencer a Humala si el primero hubiera pasado a la segunda vuelta.

Antes de llegar al día de las Elecciones, ya en los entornos familiares y laborales se percibía un ambiente enrarecido por la división de las intenciones de voto. Lo manifestaba muy bien Marco Sifuentes en su Parte de guerra III:

En Facebook, las guerras entre PPKausas y toledistas alcanzan el punto máximo. Unos les enrostran a otros que su candidato está bajando y los otros responden que los unos votan frívolamente y no entienden que no hay forma que su candidato le gane a Humala en segunda vuelta. Amistades se rompen, tuiteros se bloquean, pines de uno u otro candidato aparecen y desaparecen de las imágenes de perfil. Todos ven venir el (los) meteorito(s) pero nadie se pone de acuerdo en cómo detenerlo.

Finalmente, ambas opciones perdieron: los que íbamos por Toledo y los que iban por Kuczynski. Ahora la guerra intra-clasemediera se haría más virulenta aún. El no exitoso candidato congresal Daniel Córdova lo dice muy bien:
 
La polarización Ollanta – Keiko es sin duda la más intensa que podemos imaginar. En mi propia familia ya empezaron los ácidos intercambios de correos. Las redes están más agresivas que nunca. Tenemos sobre la mesa dos opciones que no se identifican con la defensa de los valores democráticos. Ambas pueden desencadenar una dictadura. Ambas pueden moderarse y reivindicarse con el país. Predomina en muchos de nosotros un sentimiento bipolar. [Sigue...]

En mi caso, y pareciendo un ejercicio sádico, una amiga me preguntaba semanas atrás (cuando Toledo comandaba las encuestas) ¿por quién votaría si pasaran Humala y Fujimori? Yo, manteniendo el tono bromístico respondí "En ese caso me suicidaría". Ella se molestó porque vino el tema religioso y me dijo que "Cómo era posible que hablara de esa forma si era católico y bla bla bla".

Bueno pues. La suposición se hizo realidad. Y acá estamos, en esa encrucijada que nos mantendrá (a muchos) atormentados hasta la primera semana de junio. Desde hace años asumí una posición alejada a lo que oliera o supiera a fujimorismo -por lo evidente- (ver contundente editorial de Caretas). Pero lo anterior no ha implicado lanzarme a considerar (hasta hoy 17 de abril) a Gana Perú como una opción sana para el país.

El grupo de Humala, tras la disputa de 2006 ha mantenido un discurso poco claro acerca de lo que quiere como transformación del Perú. Hay demasiadas dudas acerca de temas como su cercanía al gobierno de Hugo Chávez, el cambio de Constitución, el asunto de las nacionalizaciones, el tratamiento a la libertad de prensa y su manejo probo de la Economía sin tentaciones populistas.

Nadie quiere en el país (nadie es decir poquísimos) una venezuelización del país. En términos generales son mal vistos en el Perú los modelos actuales de Venezuela, Nicaragua, Bolivia o Argentina. A este respecto las dudas que mantiene Humala siguen latentes en el sector medio.

El supuesto deseo de cambiar la Constitución trae a la mente lo que ya ha ocurrido en Venezuela y en Bolivia: la posibilidad de reelección presidencial. Parece que esta tentación es una enfermedad endémica en América Latina.

Por otra parte, en el plan de gobierno de Gana Perú se leen capítulos sobre nacionalizaciones de ciertas actividades. Esa historia sepultada por años querría ser resucitada si nos atenemos al plan. Siempre habrá gente que quiera descubrir la pólvora otra vez: aerolíneas estatales (¿regresar a AeroPerú?), empresas de telecomunicaciones, puertos, aeropuertos. Si quieren los humalistas, lo podemos decir frívolamente: eso ya no se usa. Tal vez sectores especiales como el minero, el gasífero, el agua y similares sí tendrían que tener un "tratamiento especial" por parte del Estado. Pero esto no está bien expuesto por Gana Perú. Me da la impresión de que está redactado como para dejar puertas abiertas, por si acaso.

La libertad de prensa siempre es un tema fundamental para un régimen que no se lleva bien con la democracia. Por eso la preocupación. Porque como siempre suele suceder, primero viene el enfrentamiento con los grandotes (que en muchos casos tienen temas por responder, como las concesiones de Canal 4 y Canal 5 durante el gobierno de Toledo) pero después el acoso va llegando a los opositores de menor poder.

Otro tema por el que teme mucha gente es por el aumento de gasto desbocado por parte del Estado. ¿Qué nos podría garantizar que una vez en el poder Humala no comience a desperdiciar las grandes reservas financieras actuales para ir ganando clientelaje político?

Por lo expuesto, en este momento, a quienes me preguntan por quién votaría les tengo que responder "No lo sé, sólo sé que no votaré por KF, si las elecciones fueran mañana votaría en blanco" (poniendo la palabra blanco en la cédula porsiaca). Lo expresado me genera presiones de grupo, del entorno (mayoritario) que votará por Fujimori y también cierto malestar de los que votarán por Humala. Mala suerte para ellos: mi decisión es mi decisión.

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