domingo, septiembre 26, 2010

El sillón a la vista



La ocupante del sillón municipal estaría definida si nos atenemos a las últimas encuestas permitidas por ley. Las últimas reflexiones que toda esta campaña me suscitan comienzan con la percepción de miedo que mucha gente clasemediera tiene sobre la ascención de la izquierda al Municipio de Lima. Estos miedos se manifiestan desde un compañero de trabajo que califica de "pro-rojo" a quien vote por Villarán, la "acotación" de un amigo de la familia sobre la felicidad de Hugo Chávez y la "antipatía" absoluta de una allegada por lo que suene cercano a Humala (curiosamente y en el país de las rarezas, es extravagante, por decir lo menos, que un militar acomodaticio como este sea etiquetado de "zurdo") hasta las mentiras toscas y torpes de los voceros del conservadurismo más anquilosado (léase Correo y Expreso al respecto).

Voceros como el penoso director de Correo se han obsesionado por decir que elegir a Susana Villarán hará que la izquierda renazca de sus cenizas y vuelva otra vez a sus andadas, es decir, la vieja izquierda con sus cantaletas de revolución, con sus discursos de lucha de clases y demás cojudeces que han hecho, por ejemplo, de Venezuela un país que la mayoría de por acá -salvo los que no tienen nada que perder- no quisiera ver replicado como modelo en el Perú.

Para comenzar, esta es una elección solamente municipal, no maneja grandes ejes de política grande. Lo que queremos es que la elegida ordene el tránsito y mejore la seguridad de la ciudad. Para mi no tiene que ver si es roja, azul o verde. Sin embargo, para la gente en su gran mayoría sí tiene que ver. Por eso ahí está el rechazo a las compañías de dudosa reputación política (Patria Roja y similares esperpentos). Debo admitir que esto último me da gusto. La clásica izquierda marxista ha sido arrinconada y ahora solamente supervive en reductos como el Sutep y algunos de los muchos grupillos ridículos que rondan por ahí como parásitos. Si es así, debemos confiar que los próximos años el país andará sin caer en los extremismos aventureros.

Lamentablemente todo el aspecto político ha dejado atrás la discusión técnica (valgan verdades estas no importan mucho, las promesas se las lleva el viento). Particularmente me interesa más analizar la capacidad del candidato por otros parámetros. En el caso de las dos candidatas sus equipos parecen bastante solventes. En el ámbito estatal Susana tiene ventaja puesto que ha ejercido el cargo de ministra con Paniagua. Tiene la desventaja de cobijar a algunos políticos indeseables (así es vista la izquierda marxista actualmente). Lourdes tiene la desventaja de parecer una simple continuadora de la obra-de-cemento de Castañeda. Pero además tiene el terrible handicap de haber trabajado para un personaje acusado por narcotráfico (políticamente fue un suicidio).

Lo positivo del final de esta gestión próxima a terminar es que el respeto al vecino de Lima se vislumbra más cerca. Lo negativo es que la candidata que sea elegida tendrá que cargar a ciegas con todos los compromisos financieros que el actual alcalde ha asumido por "sus obras" omnipresentes.

P.D.: Acaban de pasar en el programa de Bayly unas imágenes donde se prueba que vehículos de la municipalidad de Lima colgaron letreros antipublicitarios contra Susana Villarán. El cinismo de Castañeda deja ver en claro su calaña.

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