lunes, julio 05, 2010

Semana decisiva


Luego de todos los partidos jugados estamos ad portas de la semifinal, tan impredecible como lo han sido muchos de los partidos que se llevaron de encuentro a firmes candidatos a llegar a estas alturas del Mundial. Es impredecible pero en estos momentos es donde afloran nuestros deseos, nuestras simpatías y hasta nuestras antipatías -en algunos casos-.

Uruguay, Holanda, Alemania y España ya están ad portas de la gran conclusión del torneo. Me animo a mencionar algunas cosas que me vienen a la mente respecto a estos países (ajenas al fútbol pero que algo tendrían que ver con lo que queremos que pase):

De Holanda: esa marca famosa que la tuve presente desde que era un preescolar -Philips- con un pequeño tocadiscos portátil. Más tarde, y hasta hoy, la he visto en casa en varios artefactos y accesorios como radio, televisor, cocina, parrilla eléctrica, celular, casetes y focos y otros. Demás está decir que la firma holandesa ha participado en varios inventos (como el CD) y es líder actual en iluminación y equipos médicos.

De Alemania: fue el primer país que conocí en Europa. Me impresionó su gusto por vivir bien, con ese admirable desapego a la tecnología (que lo ubica para mi gusto admirablemente fuera del top-ten mundial), a pesar de ser justamente un país de gran tecnología exportadora. Cuando caminaba por una calle vi por una ventana a unos jóvenes en clases de música en lo que parecía una escuela. ¡Es lo que había imaginado alguna vez! Los alemanes cultivan la mente y el espíritu.

De España: en alguna entrada anterior ya mencioné algo sobre sus vinos. Cuando tengo oportunidad de probar un jamón o chorizo o sardina españoles mi índice gustativo alcanza altas revoluciones. Pero suele ser inútil hablar sobre lo que relaciona a España con un peruano porque la sangre lo dice sin necesidad de más.

De Uruguay: la imagen que uno tiene de este plácido país es la de la elegancia y la cultura (y la disputa por Gardel). Y por supuesto en el fútbol su archimencionada "garra". En mi caso particular me acuerdo de mi amiga peruana Marifé en Montevideo que ahora viva entusiasmadísima por el campeonato de los uruguayos.

¿A quiénes quisiera yo en la final? Me gustaría que se diera una inédita final iberoamericana (y la imagen al principio inclusive indica algo más). Más allá de eso no digo. Mañana entramos al último tramo. Fair Play Cuatro Grandes.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es plausible que te hayas alejado de lo tradicional y manido, como los molinos y los tulipanes en Holanda (¿Rembrandt?) y los colmaos y el flamenco en España. Pero, ¿Qué tal una paella valenciana?. De Uruguay siempre será válido hablar de su altísimo nivel cultural permanentemente distinguido en Sudamérica, pero tratándose de fútbol solo hay una palabra o modismo que lo envuelve todo: MARACANAZO. De Alemania evidentemente tú tienes la mayor autoridad para hablar por haber visto in situ sus particularidades. Al margen de todo ello, qué viva el fútbol, el más grande invento de los humanos, y que se lo debemos a la clarividencia de los ingleses que, por otra parte, no honran demasiado su propio invento, este que sabe paralizar al mundo dentro del mayor regocijo y paz que es posible imaginar, aunque por un tiempo demasiado reducido, 90 minutos que pueden conventirse en 120 o algo más, cuando hay tanda de penales. ¡Salud con vino alemán acompañado de jamón crudo español, queso holandés y, si se les antoja, rematado con un buen mate uruguayo!

Anónimo dijo...

Es plausible que te hayas alejado de lo tradicional y manido, como los molinos y los tulipanes en Holanda (¿Rembrandt?) y los colmaos y el flamenco en España. Pero, ¿Qué tal una paella valenciana?. De Uruguay siempre será válido hablar de su altísimo nivel cultural permanentemente distinguido en Sudamérica, pero tratándose de fútbol solo hay una palabra o modismo que lo envuelve todo: MARACANAZO. De Alemania evidentemente tú tienes la mayor autoridad para hablar por haber visto in situ sus particularidades. Al margen de todo ello, qué viva el fútbol, el más grande invento de los humanos, y que se lo debemos a la clarividencia de los ingleses que, por otra parte, no honran demasiado su propio invento, este que sabe paralizar al mundo dentro del mayor regocijo y paz que es posible imaginar, aunque por un tiempo demasiado reducido, 90 minutos que pueden conventirse en 120 o algo más, cuando hay tanda de penales. ¡Salud con vino alemán acompañado de jamón crudo español, queso holandés y, si se les antoja, rematado con un buen mate uruguayo!

Marta dijo...

Ante todo felicitarte por tu blog... es de lo mas ameno y divertido... tratas temas muy variados,y eso le da dinamismo...llegué a él buscando recomendaciones sobre lugares para degustar la gastronomía peruana (de la que soy una gran admiradora :) ) ya tengo tu lista de imprescindibles en mi agenda , y cuando vaya te contaré mis impresiones... en España tenemos también una maravillosa gastronomía, te sugiero probar la tortilla de patatas ( no deja indiferente a nadie), los chipirones rellenos y las anchoas de santoña con queso de tetilla gallego y un buen pan de hogaza de esos que saben a pan de verdad... como los de antaño ... bueno, es mi aportación... Una vez más gracias por los datos que aportas! Saludos! Yo confío en que España gane... tenemos a Villa ( asturiano como yo) que vale su peso en oro...

Julio Cesar dijo...

Hola Marta. Gracias por tus comentarios. Te diré que sí sé de la maravillosa gastronomía española (el uso del ajo por ejemplo es pura maestría) y sé que allá comería placenteramente durante una estadía. Acá en Lima existe un restaurante-café llamado Manolo. Cuando tenia una sucursal pequeña en el centro de la ciudad no podía evitar comer un pan con chorizo y mozarella (a lo español) cuando pasaba por ahí.

En otro tema, en Perú y el resto de América el domingo vamos por España para el título. ¡Ole!

(Veo que eres una diestra maestra en la preparación de exquisiteces, chequearé detalladamente tus recomendaciones. A ver si cuando estás por acá me contactas para mostrarte algo de nuestra comida).