Otro día vi que un sereno les impedía a los muchachos practicar su pasatiempo. Aducía cierta prohibición de la municipalidad. Sin embargo, los muchachos no se quedaban tranquilos y le preguntaban las razones al empleado acorralándolo con fundamentos juveniles y filmando toda la situación provocándolo adrede.
Otro día que otro sereno impedía que los muchachos corrieran con sus skates le pregunté por qué razón les impedía hacer su deporte. Me dio las razones de cierta prohibición municipal y algunas quejas de algunos vecinos (renegados supongo). Aunque me dijo que había un espacio en el Campo de Marte yo aduje que eso estaba un poco lejos para los muchachos que eran vecinos de San Felipe. El sereno aceptó comprender las inquietudes de los jóvenes: "A mi también me gustaba hacer deportes, eso es lo que hacen los chicos a su edad". "Pero cumplo órdenes".
Tiempo después encontré estas imágenes en algunas paredes y postes de la Residencial:
Los muchachos son ingeniosos y sepultan muchas veces las prohibiciones que algunos elementos retrógradas imponen por el puro gusto de joder.
Esta sería otra perla del alcalde de Jesús María que al parecer no sabe que se debe a los vecinos. Los vecinos por cierto no son sólo los pocos viejos renegones que circulan por el distrito sino también los muchachos que disfrutan sanamente del aire respirable y de la libertad. Por cierto, ya vienen las Fiestas Patrias: ¡Viva la Libertad carajo!
(A tu casa Ocrospoma).
1 comentario:
...que viva la libertad carajo!!
(pero que sea sin la joda de los odiosos "eskéits").
De acuerdo contigo con eso de
"la libertad"...pero si has notado, los bichos q montan tales aparatos manejan con la misma temeridad e imprudencia que las tristemente célebres "putas combis". Mi conclusión es que el germen de la imprudencia en las pistas se incuba desde muy temprano en la vida de los peruanitos.
FELIZ 28 compañero!!!!!!!!!!
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