Día de la Madre (Filosofía)

Llega la semana previa al Día de la Madre y en muchas organizaciones se celebran agasajos, desayunos o almuerzos para las mamás trabajadoras. Es lógico que la empresa les festeje su día por adelantado. Pero, ¿qué hay de las celebraciones que los subordinados o compañeros de trabajo llevan a cabo por sus adjuntas? Me parece francamente forzado. Bastaría con un símbolo de aprecio sincero (una florcita, un postrecito, un adornito) y no con esas "obligaciones" de sentirse "obligado" a manifestar aprecio "manifestándose" con una cuota para un almuerzo u otro evento. Hay situaciones en las que se termina pagando más en el agasajo previo que en el del día verdadero. Y francamente ya resulta en extremo penoso ver a los subordinados asistiendo externo-presionados o auto-presionados al intercambio de sanguchitos y tortitas con la jefa.

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Cuando uno es casado tiene dos mamás centrales en su vida: la mamá propia y la "madre" de nuestros hijos. Pareciera que la confusión alimentada por el comercio hiciera que los regalos tuvieran que hacerse a ambas por igual. Nada más falso: la celebración es por el Día de la Madre de uno -no por las adjuntas, aún sea la propia esposa-. Por tanto, como me enseñaron desde chiquito, los regalos que yo compro y el almuerzo dominical son para mi mamá... enhorabuena si la esposa va... pero si no va... igualmente el día es para pasarlo con MI MADRE. Sin embargo siempre hay candelejones que están casi todo el dia con la esposa y sólo se dignan a un saludito a la autora de sus días.

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Las mujeres tienen desventajas en conseguir parejas cuando ya están avanzaditas en edad pero como todo se compensa en la naturaleza, a cambio las mujeres cuando son mamás tendrán la relación más estrecha que se conoce en el género humano: madre-hijo. Una relación que ni por asomo jamás será posible para un hombre: los nueve meses que la mamá cobija al hijo en su vientre marcará para siempre la más entrañable relación humana que conocemos.