En algunos sitios como en mi trabajo se ha hecho costumbre decir qué es lo que desearíamos que se nos regale. Esto puede ser positivo en el sentido de que se ataja la falta de creatividad de los regaladores, sobretodo cuando el destinatario es un hombre. Porque, ¿qué se nos suele regalar? Para evitar recibir objetos que terminan en un cajón yo más bien indiqué qué es lo que no me hubiera gustado recibir. En mi correo-e dije: "No me gustaría que me regalen agendas, perfumes, corbatas, billeteras, correas, pisco, whisky, vodka, portarretratos, llaveros, chocolates, USBs...". Pero fui el único que puso lo que 'no le gustaría'. Para facilitar la compra de mis regaladores incluí luego una selección de discos de música, aunque añadí que podría recibir cualquier tipo de obsequio. Finalmente mis compañeros obtaron por lo más fácil y me regalaron mis sugerencias:
Juan Luis Guerra. Asondeguerra
Queen. Absolute greatest
Por mi parte, yo ya regalé, en uno de los intercambios, un polo negro con la talla que convenientemente indicó mi co-laboradora. Para la siguiente chica ya tengo en su bolsita los aretes que desea que se le regale. Ojalá que le gusten (o sea, espero que los use).
Lo que sí me parece cursi es que se le tenga que ir enviando en los días previos chocolates, caramelos, gaseosas o galletas a nuestro destinatario. Pero así son las reglas. Aunque en mi caso, la última chica indicó que no quiere nada comestible por motivos dietales. Así que tuve que ubicar un objeto no comestible: este fue un mini cactus. Agradeció 'a quien correspondiera' la plantita. Objetivo alcanzado: el ambiente navideño de confraternidad cunde por doquier (a pesar del lugar común de hablar del consumismo de las fiestas).
P.D.: Qué buen tema ese que está incluido en el disco de JLG, Lola's Mambo, me trae a la mente la orquestación de Tito Puente & Latin Jazz Ensemble.
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