Pero advierto a los fans de ciertos cantantes de salsa que mis comentarios pueden herir sus susceptibilidades. Esto es porque considero que hubo una época oscura de la salsa en la que se lanzó a la popularidad a cantantes que llenaron el mercado con productos de dudosa calidad. Nombres concretos -como lo hace el diccionario Larrouse-: Eddie Santiago, Willie Gonzales, Roberto Blades, Frankie Ruiz, Víctor Manuelle, Lalo Rodríguez y hasta Gilberto Santa Rosa (aunque usted no lo crea). Por supuesto que esto no significa que todos estos cantantes sean descartables en una selección de grandes (como el malogrado Frankie Ruiz dueño de un estilo soneramente muy rico o el muy competente Gilberto Santa Rosa).
Esta moda que hubo en el ritmo tropical siempre despertó el rechazo de los melómanos que han consumido y siguen consumiendo música de alta calidad (por eso ay de aquel que diga que le gusta Eddie Santiago: su reputación musicológica será puesta en duda). Luis Delgado Aparicio habla del "Tripanosoma de Amor":
(...) Podemos señalar, en el buen sentido de la palabra, que la música por esos años, se “infectó”. En el camino nos hemos cruzado también con “la lambada”, “macarena”, “mayonesa”, “el perrito” y una desaguisada serie de expresiones sin ningún sustento, que hoy se les puede denominar, simplemente, como anecdóticas. Fue una cursilería erótica, mezcla de mentecatismo vocal, hibridez e intrincada monserga, acompañada de la pedantería de algunos de sus intérpretes. Por ello, ni uno solo de sus temas pasará a la historia, ni será coreado ni redivivo por las futuras generaciones. Lo anterior se suscita porque a mediados de los ochenta se produce el boom de la balada en salsa. (...)
El problema de lo que algunos llaman salsa romántica y otros salsa erótica es que musicalmente me parece muy pobre. Aunque también en composición es triste: casi todos los éxitos provienen de letras de baladas. El problema de la salsa de catre no es que se hable de sábanas mojadas, de camas, de cuerpos desnudos o de ganas de hacer el amor. El problema de estas músicas es, como indiqué antes, la pobreza en el cuidado musical y de las letras. Uno puede decir que desea con ganas infinitas a una mujer de muchas maneras, pero la salsa de catre escogió en muchos casos simplemente la inelegancia extrema.
Claro que hay una generación (la que vino después de mi) que vivió sus experiencias de enamoramiento y de reuniones juveniles con esas canciones. Aunque muchos sepan que se trata de canciones criticables uno no se puede abstraer de las vivencias que se tuvo en la época que le tocó vivir. Esto es inevitable. De ahí las caras de emoción de las treintipicoañeras cuando ponen en una fiesta "Devórame otra vez" ó "Tú me quemas".
A diferencia de tanto adefesio seudosalsero que circuló en parte de la década del 80, esto que se puede apreciar en este video ("Después de todo") sí reúne calidad en letra, interpretación y música. No podía ser de otra manera. ¡Son los Van Van!:
Nos dejamos llevar por la prisa
Y olvidamos aquella sonrisa
Cuando todo era lindo y con ganas
Y funcionaba el amor en la cama
Y después de todo ¿qué?
Roto el sentimiento
¿Para qué y porqué mi amor?
Dí por mí lo siento
Y después de todo ¿qué?
Todo es amargura
Tú de cama en cama
Y yo
Y yo durmiendo sola
En el DVD recopilatorio al que hacía referencia al principio aparece esta canción fechada 2004. Veo que, sin embargo, los tristes programadores de nuestras mediocres radios la ponen actualmente como éxito. Si no fuera por gente experta como Roy Rivasplata [referencia] ó Agustín Pérez Aldave [referencia] estaríamos condenados sólo a escuchar porquerías en la radio limeña.
Enlaces para hurgar un poco sobre la salsa-seudoerótica:
www.musicalafrolatino.com
El salsero/blog
Espacio de Luis Delgado Aparicio
ACTUALIZADO (29/1): www.herencialatina.com
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