jueves, marzo 26, 2009

El veredicto

Estamos ad portas de conocer el veredicto de la Sala que juzga a Fujimori por los crímenes de La Cantuta y Barrios Altos y los secuestros de Gorritti y Dyer. ¡Qué encrucijada para el juez luego de la evaluación de los alegatos de la Fiscalía y la Defensa!

Los observadores sabemos que el ex-presidente llevó la cobardía a los niveles más vergonzosos que se puedan señalar en las últimas décadas en el país. La cobardía que exhibió el ex-gobernante cuando renunció a la distancia no tiene parangón en nuestra historia reciente, con el agravante de que se trata de un ciudadano de origen japonés (otro probablemente se hubiera ejecutado el harakiri al comprobar la miseria de espíritu que reinaba en el país a inicios de la década del 2000).

Los observadores hemos visto cómo se hizo de este país un chiquero en el que la ética, la moral y la honradez fueron borradas del mapa. En esto el ex-presidente tiene grave responsabilidad, sea por comisión o por omisión. Varios de los juicios pendientes tratarán sobre la participación del ex-gobernante en ese tipo de delitos. Sea como fuere, Fujimori pasará a la hstoria como el hombre que permitió que una mafia se entronizara en los altos niveles de gobierno para saquear sistemática y brutalmente las arcas nacionales. Bajo este punto de vista, el ciudadano japonés Fujimori está descalificado para ejercer cualquier cargo por el resto de su vida. No obstante, la amoralidad o la inmoralidad de gran parte del pueblo peruano juegan como aliados del susodicho o de su engreída hija.

Sin embargo, regresando al juicio vigente, de acuerdo a lo que algunos ciudadanos comunes y corrientes hemos visto, no se han encontrado las pruebas suficientes para la gran condena que probablemente se merecería tan despreciable personaje. (Es como en el caso de Al Capone. Lo que lo mandó a la cárcel fue la evasión de impuestos). Como hemos visto innumerables veces en el tratamiento jurídico teórico, el juez debe abstraer el caso puntual de este juzgamiento para dictar sentencia. Algunas personas no especialistas consideramos que no se han encontrado las pruebas formales para la condena aunque por supuesto que eso es muy complicado porque siempre se escucha que en estos casos no hay pruebas palpables, pero ahí viene la terrible duda: ¿Cuál sería la prueba definitiva para determinar la autoría intelectual de los crímenes? Acá entra a tallar la extremadamente difícil decisión del juez.

Por tanto, nos queda pedir que Dios ilumine la conciencia del juez para que emita la sentencia que deba dictar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Señor Julito:
Como dice usted ojalà ilumine Dios al juez para emitir el dictamen basado en lo correcto y no se base en los odios que usted describe y aparentemente siente o en la polìtiquerìa que acostumbramos a observar en nuestro paìs.
Atte.
MVO

Cesáreo Martínez dijo...

Al leer tan viles acusaciones hacia la persona más grande en ideales y sentimientos y la más humana de todos, el mejor presidente que ha tenido el PERU, el señor ALBERTO FUJIMORI FUJIMORI, que hizo tanto por los más pobres y que ningún otro gobierno se acordó de ellos; me causa repugnancia de aquel sujeto o sujetos que se expresen de la forma que usted lo hace.
1. El señor ALBERTO FUJIMORI FUJIMORI fue el primero que puso a las Fuerzas Armadas al servicio del pueblo para defenderlos de las masacres que ocurrieron entre los 80’s a los 90’s.
2. Organizo a los ronderos que son parte del pueblo para defenderse de la lacra maldita que es el terrorismo, y es muy probable que los que se expresen mal del presidente Fujimori sean esa lacra que lo odia por haber terminado con ellos en el Perú.
3. Firmó lazos de paz con nuestro país hermano que es Ecuador, algo maravilloso para los dos pueblos hermanos. Cosa que no le gustó a los traficantes de armas y de drogas, como p.e. el contubernio que se opuso a la firma de la paz que usted debe saber quienes son o acaso usted forma parte de ellos?

Podría poner otras cosas más pero tengo el tiempo limitado.

Julio Cesar dijo...

Rpta. a Anónimo:

En primer lugar todos deseamos que este juicio tenga una sentencia justa. No en base a odios o aprecios.

Rpta. a Cesáreo Martínez:

Este juicio no toma en cuenta las buenas o malas acciones de Fujimori en temas diferentes al motivo del juicio justamente. Es decir, su acercamiento al pueblo (aunque muchas veces con dádivas), su combate al terrorismo, el tratado de paz con Ecuador, el fin del caos económico, etc. no inhibe al Estado y a los electores de juzgarlo por las acciones que se consideran delictuosas o de incapacidad moral. Y los hechos son los hechos. Todos los vimos y los vivimos: su escape y posterior renuncia por fax, su intento ilegal de re-reelección, su permisividad (en el mejor de los casos) para que la corrupción alcanzara niveles supremos y su participación en el arrasamiento del Estado de Derecho.