
Pero el tema en Balconcillo no termina ahí, el mítico Palermo, santuario del pan con jamón con secreto divulgado está a 1/3 de cuadra del Parque Unión Panamericana. Ese es mi pan con jamón por defecto con ese tratamiento sui géneris: una tapa de pan con una ligera untada de mostaza y luego la otra sosteniendo el jamón que a su vez soporta la justa y necesaria salsa criolla. En estos tiempos de sucursales y franquicias ya podemos gozar de Palermo(s) en varios sitios: San Borja N, El Polo, Benavides...
Por si esto fuera poco está el permanente vendaval de las yuquitas fritas del mercado de la avenida Palermo. Puesto dedicado sin descanso a preparar tan famoso -¿lo llamaremos?- snack. Por supuesto que hay una cierta hora en la que sí hay descanso y simplemente te dicen "ya no hay".
Pero la lista continúa (y creo continuará). Hay un viejo restaurante trujillano en el Parque Unión Panamericana. Por allí estuve hace muchos años. Debo volver porque si sigue vivo debe ser por algo ¿no? Leí además de unas cebicherías que es menester conocer. Cierta vez -ya no recuerdo cómo- también llegué por una de esas calles a una pastelería industrial para comprar una torta. Balconcillo tiene mucho que ofrecer y dar a conocer aún. Podría ser declarado como Zona Intangible de la Gastronomía Limeña.
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