De chico, supongo que antes del Mundial de Fútbol del '74, yo ya había escuchado "Checoslovaquia". Tal vez desde aquella época me quedó en el subconsciente una magia al escuchar ese nombre largo. Más aún al conocer su bandera, que debo haber notado con diseño diferente.Checoslovaquia participó en México 70 (no en Alemania 74) y aún al momento de escribir esta entrada yo tenía la idea fija de que había visto figuritas de dicho equipo en el álbum Munich 74 de Editorial Navarrete.
Imagen del blog Mi colección de álbumes
Si bien no vi la participación de Checoslovaquia en 1970 (motivo: edad) más adelante supe de la importante historia futbolística de ese país: 2º lugar en 1934 y 2º lugar en 1962 frente a Brasil.
Un poco más adelante uno termina entrando en más detalles, sabiendo que ese país estaba dentro de la órbita soviética y su capital era Praga. La época del Gobierno Militar, el movimiento de los No-Alineados y la vigente guerra fría iban fijando un panorama misterioso y fascinante en la mente de un muchacho que iba creciendo e iba aprendiendo que existían unos países medio oscuros/medio secretos en el lado oriental de Europa.
Muchos años después llegaría el 2003 y la oportunidad de viajar al Viejo Continente. En el planeamiento del recorrido reaparecería ese nombre en la mente y ahora sí, era la oportunidad de llegar a esa nación que podría catalogar (luego ya con conocimiento in situ) como joya de Europa.
La gestión de la visa se haría en la embajada de la República Checa (Checoslovaquia se dividió en 1993) en Lima. Si mal no recuerdo la visa me costó 58 dólares norteamericanos. Actualmente el tema del visado se ha simplificado al haberse adherido este país al Acuerdo de Schengen.
El 14 de noviembre del 2003 estaría arribando a Praga aún sin saber por qué medio de transporte pero sí sabiendo que lo haría desde la vecina Alemania.
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