Las casualidades pueden certificar lo ignorante que uno (yo) es en el tema de la música: cada día conozco más intérpretes pero en forma relativa conozco menos (una cosa es conocer 100 de 1000, otra es conocer 200 de 5000). Cierta mañana enciendo el televisor y en uno de esos programas de música andina que pasan muy temprano me topo con una composición impresionante: se trataba del grupo
Alborada, del que yo no había oído hablar antes. Inmediatamente lo registré y en cuanto pude compré un CD de ellos. Recién esta semana más bien tuve en mis manos un disco con video (comprado en la feria de la La Molina/Javier Prado). Hace unos meses el grupo se presentó en concierto en el Gran Parque de Lima -pero no pude ir porque justo ese día había una celebración importante en la familia-. Sin embargo, una próxima vez que se presenten sin duda estaré ahí para verlos en vivo.
Alborada presenta un espectáculo digno de exhibirse en cualquier parte del mundo. No sé si habrán estado en Seul, Moscú o Viena. Pero no me sorprendería en absoluto. Su música es suficientemente sofisticada para atraer a cualquier público del mundo. Esto puede comprobarse con las visitas al video siguiente. Al momento de escribir estas líneas son nada menos que 1'284,809:
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